En el viaje de la vida, obedece la dirección de Dios, según se detalla en su Palabra.¡Y que tengas un viaje seguro!.
¿Cómo
crear caos? Quitando
una señal
de Pare en
la carretera. No estoy recomendando esto como broma. Sin embargo,
cuando nuestra universidad decidió
convertir un Pare
triple en
un Pare doble, algunos conductores lo consideraron una broma cruel y
no les hizo gracia.
Durante
varios días después, acercarse a la intersección era
como una aventura.Los
conductores que
todavía tenían que observar la señal de Pare asumían que el
tráfico que venía en dirección contraria también
lo hacía, y al menos una vez tuve que girar bruscamente para evitar
a un automovilista desinformado que esperaba que
yo me detuviera.
A
medida que el semestre
avanzaba,
todos se acostumbraron al nuevo sistema. Pero fue divertido ver
los mismos
problemas el
día de la graduación, cuando padres y alumnos
desinformados regresaron,
y el caos siguió.
En
los días anteriores a los automóviles (y
a las señales de Pare que desaparecen), las personas enfrentaban
sus propios
peligros en
la carretera. Éstos podían ser tan simples como piedras con las que
tropezaban, o tan aterradores como elevadas salientes, o tan
peligrosos como los asaltantes. Orar
a Dios por seguridad en los viajes era un asunto serio.
Asimismo,
cuando comparaban la
vida con un viaje, otra vez pensaban en la variedad
de peligros que
enfrentaban, no en la velocidad ni en la comodidad.Oraban
para que Dios los
guiara haciendo su camino derecho,
estable, y por encima de todo, seguro.
Yo
también veo peligros cuando veo mi vida. Muchos viajeros por allí
ignoran las señales
de tránsito morales.
Si no tengo cuidado podría quedar
atrapado en
sus destrozos. Una vuelta
equivocada podría
lanzarme por algún precipicio empinado.
¿Espero
que Dios intervenga de manera sobrenatural, enderezando las curvas
como en un comercial de llantas? No. Necesito
obedecer sus
señales de tránsito. Podría ser que otros en mi
camino no
siempre hagan lo mismo, pero conducir estando alerta y
con sabiduría me
ayudará a evitarlos.
Al
conducir tu automóvil, obedece todas las señales
de Pare,
al menos aquellas que realmente se encuentran allí. En el viaje
de la vida,
obedece la dirección
de Dios,
según se detalla en su Palabra .¡Y
que tengas un viaje seguro!
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